El
Presidente del Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza, está involucrado en actos de
evasión de impuestos. Gracias a la publicación de los “Pandora Papers” se
reveló que el mandatario ecuatoriano, y otros líderes mundiales, han utilizado paraísos
fiscales para no pagar impuestos en sus países. En una sociedad justa los impuestos son esenciales para realizar
políticas públicas. Además, es una manera de redistribuir, en la medida de lo
posible, la riqueza social. Con el pago de impuestos se crean escuelas,
hospitales, colegios, universidades. Asimismo, se invierte en obra social en
beneficio de las clases populares. Dicho de otro modo, el pago de impuestos equipara, un poco, la brecha de la injusticia
social. En efecto, evadir impuestos es robar directamente al conjunto de la
sociedad.
En un artículo de Jonathán Báez Valencia se señala que los grupos más adinerados del país sacaron alrededor de 42 millones de dólares a paraísos fiscales.[1] Es decir, por un lado hubo fuga de capitales ya que es dinero que no se invertirá en Ecuador y, por otro, se exoneran de pagar los impuestos que el Estado y la sociedad necesitan para el aliento de la obra pública y social. Resulta paradójico, y contradictorio, escuchar el discurso de Lasso: el mandatario señaló en su campaña que: “se cobrará impuestos a las personas más acaudaladas”. Es decir, en el discurso alienta –de manera demagógica- al cobro justo de impuestos progresivos a los grupos empresariales; y con sus acciones oculta su dinero en fideicomisos para acrecentar su fortuna.
Por otro lado, en un artículo de Revista Crisis se sugiere que la trayectoria de Lasso como evasor de impuestos viene desde 1978. En ese entonces el banquero tuvo su primera compañía “off shore”: Saranac S.A. Además, y a finales de la década de los noventa, la empresa “off shore” de propiedad de Lasso “Andean Investments Ltd” pasó de tener 1 millón de dólares a 31 millones de dólares. Eso entre los años 1999 al 2000.[2] ¿De dónde salió ese dinero? Pues, es pertinente recordar que, para entonces, Lasso fue Superministro de Economía del gobierno neoliberal de Jamil Mahuad. Mismo que propició el feriado bancario. El dueño del Banco de Guayaquil se vio beneficiado al comprar los bonos durante la crisis al 40 y 50 por ciento de su valor. En efecto, Lasso se enriqueció sobre los hombros del sufrimiento de millones de ecuatorianos.
Antes
bien, y volviendo a la actualidad, el
banquero Lasso está vinculado con alrededor de 49 empresas en paraísos fiscales.
El ala de la burguesía a la que representa Guillermo Lasso es la burguesía
financiera. Es decir, bancos y prestamistas que tienen capital ocioso. En otras
palabras, es dinero que no produce plusvalor y rentabilidad directa al país ya
que el capital se genera en los procesos de trabajo industriales. La burguesía financiera es parasitaria,
sobrevive gracias a la usura y el cobro de altas tasas de interés a sus
clientes
Resulta
pertinente retornar a la memoria histórica. En el país ya hubo gobiernos plutocráticos y representantes de las burguesías
financieras. Por ejemplo: entre el año 1912 y 1925 el gobierno estuvo a cargo
de la burguesía bancaria, agroexportadora y comercial. Su máximo representante
fue Leonidas Plaza Gutiérrez. Los resultados, para la economía del país,
fueron trágicos: la caída de las exportaciones, se protegió a los bancos de los
pagos de sus deudas externas y se imprimió billetes sin el respaldo en oro. En consecuencia, para 1925 estalló la
Revolución Juliana que puso fin al periodo plutocrático y al predominio de los
banqueros.
Lamentablemente
la historia se vuelve a repetir. Los grupos empresariales aglutinados alrededor
de Lasso son: Fidel Egas con su Banco
Pichincha; Corporación la Favorita; grupo UDLA, la burguesía agroexportadora
costeña, entre otros. En definitiva, el modelo económico no cambia. El Ecuador sigue envuelto en una economía
agroexportadora en donde el mayor ingreso al PIB lo generan la venta del
petróleo, la minería y otras materias primas. A su vez, los beneficiarios son las oligarquías
locales y las empresas multinacionales que tienen su centro de operaciones en
el país. Esto sucede en un contexto en el que los grupos bancarios siguen
incrementando su fortuna y, ahora, de una manera mucho más vertiginosa debido a
que son gobierno. En cinco meses, del gobierno plutocrático de Lasso, se
observa que el banquero intenta proponer
leyes que flexibilizan y precarizan las condiciones laborales de los
ecuatorianos. Por el contrario, se evidencia que las libertades para el mercado
son mucho más generosas. Es decir, el
modelo agroexportador, extractivista y financiero recurre a la doctrina
neoliberal para consolidar su maquinaria económica.
Karl
Marx señaló que “la historia se repite
dos veces. La primera como tragedia, la segunda como comedia”. Empero, el
retorno de la plutocracia al poder nos demuestra que la farsa de la democracia
burguesa solo es graciosa para quienes se benefician de ella. Los Pandora
Papers solo son la punta de un Iceberg plagado de corrupción, evasión fiscal y
enriquecimiento ilícito. Ahora, solo nos
queda organizar la rabia y la indignación en un levantamiento popular para
reclamar la riqueza social que nos pertenece. No es normal tener empresas en paraísos
fiscales, no se debe naturalizar la evasión de impuestos y urgen leyes más
rigurosas para castigar a quienes desangran al pueblo a través de la
corrupción, la explotación, la evasión y la usura.
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Sobre
el autor: Ni fu, ni ¡El
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enfocado en los fenómenos políticos coyunturales en el Ecuador. Asimismo, consideramos
que el debate y el diálogo son herramientas críticas para la construcción de
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