Jonathan Báez Valencia: “De vuelta a la mercantilización universitaria en el Ecuador” -Ni fu, Ni fa !El debate acá! N°3-
La
eliminación del examen realizado por el Estado para el ingreso a la Educación
Superior no solo supone colapsar a las Universidades Públicas al atribuirles
este proceso sin los recursos necesarios, en medio de los recortes ya
presentes, implica que el libre mercado ahora decidirá quién ingresa. Es decir,
aquellas personas con más privilegios: económicos, sociales, etc. van a estar
en una mejor posición para entrar, desplazando a aquellos que no los poseen.
Elementos que, de alguna manera y en cierto nivel eran neutralizados por el
proceso de admisión realizado por el Estado. En efecto antes de que se
implemente el examen en 2009, del total de personas entre 18 y 24 años en
educación universitaria, tan solo el 15% pertenecían a los deciles de menores
ingresos (1-4). La situación va mejorando, de tal manera que en 2021 este
porcentaje se encaminaba a triplicarse, alcanzando el 39%. Una tendencia que
probablemente se frene y retroceda con la decisión del gobierno de Lasso.[1]
Gráfico
1. Personas con nivel de instrucción universitaria en Ecuador por deciles de
ingreso 2009-2021
Nota:
Personas de 18 a 24 años. Deciles según ingreso per cápita.
Fuente:
ENEMDU-INEC.
Elaboración:
Propia.
Desde
luego, es necesario profundizar en los estudios que tratan de cuantificar el
cambio del sistema de admisión como una variable que incidió en los datos antes
mencionados. Así como otros elementos que lo explican. No obstante, es muy
probable que este factor haya tenido relación en dos aspectos articulados: a)
ser eficientes con los recursos y b) el conflicto de interés. Al ser el Estado
el ente encargado de la admisión permitía que las Universidades Públicas no
tengan que destinar recursos (económicos y de personal) a una actividad que
puede verse envuelta en un serio problema: el conflicto de interés. De esa
manera, en no pocas ocasiones, personas de las mismas Universidades muy
probablemente utilizaron sus posiciones privilegiadas para entregar/vender cupos,
desplazando a las personas que no disponían de estos privilegios o los recursos
económicos. Por lo que, probablemente, las personas de menores ingresos tienen
un porcentaje tan bajo en 2009. En otras palabras, la mercantilización
universitaria retorna a la vida de miles de jóvenes en el país que van a ver
truncados sus sueños y los de sus familias, condenándolas a una espiral y
trampa de la desigualdad y pobreza, de la cual no existirá salida.
Por
otra parte, esto tampoco implica una apología del proceso de admisión eliminado
por el gobierno de Lasso, ya que también está atravesado por una serie de
elementos que también disfrazaba ciertos privilegios de méritos ¿Cuántas
personas del decil 1 postularon y no accedieron a un cupo? Así mismo, al no
existir la posibilidad de diferenciar en los datos presentados entre
universidades públicas y privadas, es posible que la presencia de las personas
de los quintiles de bajos ingresos se deba a un proceso de entrada a una
universidad privada, considerando la no obtención de un cupo en una institución
pública, lo que puede sugerir a su vez un proceso de endeudamiento de las
familias. Por lo que es necesario repensar el sistema de admisión.
Y si de verdad se desea implementar un sistema
equitativo es necesario, por ejemplo, equiparar la educación de las zonas
rurales con las urbanas y que el examen sea tomado en igualdad de condiciones,
regular los preuniversitarios que le dan una ventaja a aquellos que podían
pagarlos. Es decir, la solución con el tema de los cupos pasa por nivelar la
educación secundaria en cada rincón del país (igualar las oportunidades), dotar
a las Universidades Públicas de mayor cantidad de recursos que permitan
efectivamente ampliarlos, entre otras que requieren ser analizadas y no la
simple idea de que dejar de regular (paradigma neoliberal) es la solución. A su
vez ¿Cómo alcanzar más presupuesto? Dado que los fondos provienen de la esfera
tributaria con el FOPEDEUPO, combatir los paraísos fiscales que promueven la
elusión tributaria sí sería una opción que empezaría el camino del dilema
universitario.
[1] Estos
datos no corresponden a la tasa de estudiantes que perteneciendo a determinado
decil de ingresos se quedan con un cupo. Una magnitud de este nivel requiere
determinar el porcentaje de personas que postulan a una Universidad Pública y
su nivel de ingreso. Sin embargo, esto no nos proporciona una medida
relacionada al total de personas en el Ecuador, por lo que es necesario revisar
los incentivos en primera instancia para postular.
Artículo original en: Unidad de Análisis y Estudios de Coyuntura
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Sobre el autor: Jonathan
Báez Valencia es economista por la Universidad Central del Ecuador. Es Máster en
Sociología por FLACSO-Ecuador. Actualmente es docente e investigador
universitario en la UCE. Dirige, además, la Unidad de Análisis y Estudios de
Coyuntura.
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