Treinta y siete días pasaron desde que Richard Carapaz logró ascender en dos ruedas desde el Carchi hasta el terreno del olimpo de acero. Veintinueve días transcurrieron luego que Neisi Dajomes Palacios despegó del suelo 145 kilogramos de adversidades, abandono, corrupción y todos los males ya conocidos en el Ecuador para empaparse de oro y ascender al terreno olímpico de la halterofilia. A pesar de ser los escogidos por el deporte para ser el intangible que sirva de inspiración para el resto de los ecuatorianos y latinoamericanos, al momento quedaron en el olvido todas las promesas de apoyo al deporte de alto rendimiento . Hay que mencionar que, esto no es novedad, sucedió lo propio hace 25 años cuando Jefferson Pérez -con su estatura baja- se enfrentó a gigantes para alcanzar el primer oro olímpico. Dentro de los tiempos descritos, Carapaz y Dajomes-Palacios, han sido galardonados, homenajeados y aplaudidos con el 10% de lo que en realidad se merecen. Sin embargo, dentro de...